Desde los inicios de su carrera Juan Sebastián ha indagado con mucho detenimiento sobre cuestiones como el espacio y nuestra vinculación con él y más recientemente sobre las derivaciones del dibujo, la circularidad de los procesos creativos contemporáneos y el estatus de la imagen.
El dibujo es el punto de partida de gran parte de sus proyectos; el dibujo como espacio conceptual generador de ideas. Su intensa, rigurosa y novedosa práctica de esta disciplina parte de pequeños gestos repetitivos, y donde cabría prever rigidez y monotonía Juan Sebastián nos sorprende con imágenes y escenografías de una gran potencia sensorial y evocadora.
Juan Sebastián se expresa a través de lo mínimo, se mueve en terrenos intangiblemente efímeros y subjetivos y trata de poner al público ante un espejo, donde sólo podremos encontrar tanto como estemos dispuestos a dar: la experiencia a través de la experiencia.
Sus proyectos -que siempre se sabe cuando empiezan pero nunca cuando acaban- exigen una toma de conciencia del paso del tiempo y de la dimensión del sujeto -artista y espectador- implicado en unas obras que en ocasiones constituyen verdaderas arquitecturas invasoras. Con sus acciones no sólo cartografía y manipula el espacio desde el detalle en un proceso meditado y de fondo abstracto, sino que reflexiona sobre un imaginario visual en el que estamos todos representados y ante el que nos encontramos permanentemente sobreexpuestos.
El conjunto de su trabajo incluye obra pictórica, vídeo, fotografía, instalación, peformance, escultura, dibujo y libros de artista. Unos proyectos con un fuerte carácter procesual que él gusta que remitan entre sí una y otra vez, como si se propiciase el avance ficticio a través de la fuga infinita abierta al enfrentar espejos paralelos.