Entrevista de Willy López en Cultura Badajoz
Una larga cola espera entre las casetas de libros y el pegajoso calor de primavera. Un chico de catorce años sujeta casi en suspensión “Mi color favorito es verte” entre sus dedos para no dejar huella en la portada. Un ciego sí deja que una cría de dos años deje huella en su perro guía, su macilento color es atusado con dulzura por las pequeñas palmas de sus manos, un braille con forma de animal. Una señora alcanza a la autora, nerviosa le da a firmar la novela de otro autor y enmienda el error con un daltonismo amoroso que hace sonreír a la siempre amable y elegante autora. Sólo queda un señor para la firma de su novela, un señor alto, rubio, periodista y con acento francés, un señor que lleva tres días esperando para hacer daño al corazón de Pilar Eyre y con el título de su novela escrito en una servilleta de papel, un señor capaz de sacar el lado más salvaje y visceral de la periodista a escasos minutos de su conferencia en la feria del libro. Cuando levanta la cabeza para recibir el libro y sellarlo con su dedicatoria, el personaje ha desaparecido. Ya no queda nadie para firmar su pasión.
En pocas palabras… ¿Cómo podrías definir tu propia obra “Mi color favorito es verte”?
Es una historia de amor, de pasión, de aventuras, de misterio…se trata de una historia real basada en un episodio de mi vida…y como dice una de mis editoras es un chute de vida.
“Un chute de vida” cargada, como hacéis muchos autores, de ingredientes autobiográficos…¿Qué parte tiene de forzoso y gozoso?
El amor apasionado, que es el que yo he sentido y reflejo en el libro, duele y también te hace gozar. No tienes al alcance a la persona querida, tienes la autorización para amarla desenfrenadamente porque no la tienes cerca de ti y al mismo tiempo esta ausencia es la que te mata. En esos dos polos oscila la novela, un amor que te alimenta y al mismo tiempo también es un amor destructivo, realmente lo que te hace sentir viva. Hay una frase en el libro que dice que cuando el amor duele pero no crecen esas florecillas molestas porque la vida se vuelve interesante.
“ME SIENTO FENOMENALMENTE TRATADA EN BADAJOZ, CON UN CARIÑO TREMENDO E INCLUSO HE HECHO MUCHAS AMISTADES CON LAS QUE MANTENGO RELACIÓN”
Ya lo decía Orson Welles, cuando se siente algo con fuerza se escribe con más fiereza…tu novela refleja ese desnudo de fuerza emotiva…
Es un libro escrito desde las vísceras, desde las emociones, lo he volcado todo en la elaboración de la novela pero también hay mucho trabajo. Detrás de ese lenguaje fácil hay un trabajo muy duro, precisamente para conseguir esa frescura tienes que depurar mucho el estilo. Considero que una obra muy trabajada y el impulso inicial, casi de catarsis, me ha ayudado mucho sin duda.
¿Qué rutina sigues para escribir?
Como creadora tengo dos momentos al día, por la mañana es mi momento creativo, me siento delante del ordenador y lo vierto todo y por la tarde es cuando pulo el lenguaje. Si tengo otro tipo de encargos, por la mañana escribo y por la tarde me dedico a investigar. ¿Cuándo te refieres a pulir el lenguaje está diciendo que quitas material? Efectivamente, a quitar parte de lo escrito. Al final siempre quitas un montón, al principio titubeas pero con el tiempo, al cabo de un mes, rechazas aquello que tenías en duda.
Te molesta que consideren tu literatura como femenina?
[Ríe]…Yo es que quiero escribir como un tío, que no se note que soy una mujer, que los lectores no vean dedos de mujer en mis frases.
¿Qué importancia tienen eventos como esta Feria del Libro para difundir vuestras novelas?
Tienes que pensar que antes, cuando yo empecé a escribir, mi primer libro lo publiqué hace treinta y dos años, me acuerdo que los escritores decían que ellos sólo se encargaban de escribir y que las editoriales estaban para vender los libros que es su cometido. Digamos que yo fui una pionera en ir a los programa de televisión a presentar mis libros…y ahora, esos escritores exquisitos se dan bofetadas por salir. Hay que ir con el libro debajo del brazo, con “Mi color favorito es verte” he ido a setenta localidades.
“QUIERO ESCRIBIR COMO UN TÍO, QUE NO SE NOTE QUE SOY UNA MUJER, QUE LOS LECTORES NO VEAN DEDOS DE MUJER EN MIS FRASES”
¿Cómo recibe Badajoz tus publicaciones?
Pues concretamente esta ciudad desde la primera vez que vine me sentí fenomenalmente tratada, con un cariño tremendo e incluso he hecho muchas amistades con las que mantengo relación. Siempre me dan un aplauso largo y sentido después de mis conferencias y presentaciones aquí. Esto siempre se lo cuento a mi hijo, casi nunca le llamo para estas cosas, pero en esta ocasión necesito contárselo.
Periodista, madre, con un círculo de amistades muy amplio, con mucha actividad promocional…¿Cómo te da tiempo a escribir?
Tienes que sacrificar algo y en mi caso sacrifico la vida social, me encanta salir con mis amigos y estar en muchas historias pero esto no lo puedo hacer mientras estoy en el proceso de creación de un libro. Saco una obra al año y me paso tres o cuatro meses viajando para promocionar el libro, el resto lo dedico a escribir y a mi profesión, soy periodista en activo y lamentablemente aquello que tengo que dejar de lado es esa faceta. Tengo una foto mía del día en que me casé que estoy en una cabina de teléfono con mi marido y el ramo de flores intentando decirle a mi redactor jefe que no podía cubrir un evento porque me acababa de casar.